Homenaje

Antonio Bey Olvera
Natural de San Fernando, nació en el año de 1917 y murió el 9 de agosto de 1975. Pasó la mayor parte de su vida en la capital de España, aunque nunca se olvidó de su tierra natal, de ahí de que todo el mundo que le conocía siempre haya destacado su gran amabilidad y su carácter tan sencillo.

Cursó sus estudios en los alrededores de la llamada Plaza de Abastos, situada detrás del Ayuntamiento.

Dentro de las obras realizadas por este escultor isleño podríamos destacar: el Cristo del Perdón, la Santísima Virgen de la Caridad, el Sagrado Corazón de Jesús situado en la Glorieta. También ha realizado obras para otras poblaciones, como Chiclana de la Frontera. En esta ciudad realizó el Cristo del Santo Entierro así como el antiguo paso de la Humildad y Paciencia.

Nos gustaría aprovechar esta ocasión para manifestar, desde aquí, nuestro pesar, al poder observar algunas de las obras escultóricas de este escultor, de gran valía, en total anonimato, en la tierra que le vio nacer y que no le ha dado realmente el sitio que debiera a este notable estatuario, repetimos, escultor ante todo, artista y, según todos, humilde y excelente persona.

Hermanas Matute
María Victoria, Pura y Gloria Matute, bordadoras isleñas y, sobre todo, auténticas «servidoras de las hermandades isleñas». De sus manos salieron infinidad de piezas para casi todas las hermandades isleñas e incluso de fuera de nuestra ciudad. Su taller estaba situado en el interior de su isleñisima casa de la calle Gravina. Estuvieron especialmente vinculadas al barrio de la Pastora, dedicándose incluso al mantenimiento de algunos ornamentos de la citada parroquia.

Acerca de la producción de las Hermanas Matute podemos enumerar entre otros, el Estandarte y Senatus de la Cofradía del Cristo del Perdón, la toca de sobremanto de la Virgen de la Piedad y Simpecado de la misma, diseño de Luís Alvarez Duarte, el «bacalao» de la Hermandad del Huerto. Para la Hermandad de la Caridad realizan la saya, el techo de palio de la Esperanza de la Hermandad del Silencio, saya para la Virgen de la Soledad, y un sinfín de obras que incluso desconocemos, pero lo más importante es reseñar el amor y el cariño que sus benditas manos ofrecieron generosamente a todas las hermandades isleñas.

Manuel Fraga Gómez
Bordador isleño que, debido a una desafortunada enfermedad, estuvo apartado durante sus últimos años de la actualidad del mundo del bordado. Dentro de sus advocaciones mas cercanas, podríamos encontrar a la Stma. Virgen del Carmen y la Divina Pastora de las Almas, a las que tantísimas veces, con cariño y esmero de hijo, vistió y ensalzó la belleza de nuestras Patrona y Copatrona. Sin duda alguna no podíamos dejar pasar esta ocasión para rendir un pequeño homenaje a este cofrade, que ha realizado obras para cofradías isleñas tan destacadas como el techo de palio de la Virgen de las Lágrimas, Palio de la Virgen de la Salud, las bambalinas del palio de la Esperanza del Silencio, restaurado piezas para hermandades como Servitas, Soledad, Nazareno, etc.