Enclaves para el cante

Es de justicia hacer mención, en este pequeño historial, de algunos de los lugares saeteros por excelencia: lugar de honor merece el balcón del piso que está sobre la tienda de la Sacristía en la calle Real lindando con la Plaza de la Iglesia Mayor; el balcón, también en la calle Real, que está arriba de lo que fue la ferretería de Tadín, esquina Saturnino Montojo; la azotea de la Tienda Chica; la esquina del Gordo, en la Calle Real, esquina a San Antonio; el balcón de María la Sevillana, en la calle Churruca; el balcón de Auxilio Social (hoy Hotel Sal y Mar), en la Plaza de la Iglesia; la esquina de la calle Maestro Portela en su cruce con San Rafael. En este lugar estaba el bar donde los cargadores reponían fuerzas. Parada amplia y profusión de saeteros.

Enclaves para el cante

Es de justicia hacer mención, en este pequeño historial, de algunos de los lugares saeteros por excelencia: lugar de honor merece el balcón del piso que está sobre la tienda de la Sacristía en la calle Real lindando con la Plaza de la Iglesia Mayor; el balcón, también en la calle Real, que está arriba de lo que fue la ferretería de Tadín, esquina Saturnino Montojo; la azotea de la Tienda Chica; la esquina del Gordo, en la Calle Real, esquina a San Antonio; el balcón de María la Sevillana, en la calle Churruca; el balcón de Auxilio Social (hoy Hotel Sal y Mar), en la Plaza de la Iglesia; la esquina de la calle Maestro Portela en su cruce con San Rafael. En este lugar estaba el bar donde los cargadores reponían fuerzas. Parada amplia y profusión de saeteros.

 

 

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