Vicente Tena y otros imagineros foráneos

A estos escultores isleños o vecinos de la ciudad debe sumarse uno foráneo. Nos referimos a Vicente Tena, escultor de la escuela valenciana, paisano y coetáneo de Benlliure, y el mejor con diferencia de los que trabajaron para hermandades sanfernandinas en esta época situada a caballo de los siglos XIX y XX.

Muy pocos datos sabemos de Vicente Tena: ni los lugares y fechas de su nacimiento y fallecimiento, ni su segundo apellido, ni su formación artística, ni el catálogo completo de sus obras. Siempre se ha asegurado que era valenciano, pero ¿de Valencia capital? Lo desconocemos. Algunas interesantes investigaciones aseguran que «fue un escultor afincado en Valencia» y que «en 1893 vivió en la entonces denominada calle Danzas número 9 de la ciudad del Turia».

El período de su actividad para la ciudad San Fernando transcurrió entre 1893 y 1901. Sus obras de imaginería para nuestra ciudad se limitaron a las realizadas para la entonces joven Hermandad del Señor de la Columna, unas por encargo, otras donadas por el propio autor. Tena dejó aquí, que sepamos, siete obras: las imágenes del Cristo de la Columna y dos sayones flagelíferos (1893), Nuestra Señora de las Lágrimas (1899), el apóstol San Pedro (1895), un Corazón de Jesús (1898) y un Niño Jesús de Praga (1901).

No hemos hallado datos acerca de si otras hermandades isleñas, aprovechando sus relaciones con la de Columna, requirieron los servicios del imaginero valenciano, siquiera para las necesarias restauraciones de alguna de las antiguas imágenes titulares procedentes del siglo XVIII. ¡Quién sabe!

Vicente Tena había trabajado antes para la Hermandad de Jesús Nazareno, de Jaén (el Cirineo, de 1892, es suyo); quizá también para iglesias y cofradías de Jerez (un Nacimiento, para la iglesia del Carmen). Después, se mostró muy activo con hermandades de localidades sevillanas, como Estepa y Osuna. En los años siguientes, tenemos algunas noticias más, siempre esporádicas, de la actividad escultórica de Vicente Tena en tierras castellanas (Jesús de la Desnudez, 1910, para Medina de Rioseco), extremeñas (Mérida) y de nuevo andaluzas (San Juan de la Hermandad de la Misericordia, de Lepe).

Poco más sabemos, de momento, sobre este escultor de la escuela valenciana tan vinculado a una de las hermandades isleñas románticas del siglo XIX.

Por último, aunque no relacionado directamente con las hermandades y cofradías isleñas, creemos oportuno añadir algunos datos sobre otro escultor foráneo que trabajó también para San Fernando a finales del XIX. Nos referimos al madrileño Celestino García Alonso, que vivía o tenía su taller en la calle Juanelo 20 de la capital de España, autor de las imágenes del retablo del altar mayor y de las capillas laterales de la iglesia del monasterio de las MM. Capuchinas, realizadas entre 1896 y 1897: la Virgen del Rosario, Santa Clara, Beata Verónica Giuliani, los mártires San Servando y San Germán, San José, San Antonio y Beato Diego José de Cádiz.

De igual modo, dentro de la estatuaria religiosa fabricada en diversos talleres foráneos durante esta época, podemos citar al Sr. Espelta, de Barcelona, autor de la talla de Nuestra Señora de los Dolores que fue propiedad de la Cofradía del Santo Cristo de la Agonía (1921), establecida en la Parroquia Castrense de San Francisco, y que hoy se encuentra en una Casa de Hermandad; a la «Casa Font», de Madrid, donde fue adquirida la efigie del Sagrado Corazón de Jesús (1917) que preside la capilla del Sagrario de la Iglesia Mayor Parroquial; y a unos talleres anónimos (quizá los de Olot) de los que procede la imagen del Inmaculado Corazón de María (1926) que se veneró en la desaparecida capilla del Auditor y que hoy se encuentra en la parroquia de San José Artesano

 

 

 

Deja un comentario